El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico hereditario que se manifiesta en la infancia y se caracteriza por tics físicos y vocales, tales como movimientos espasmódicos repetitivos o la exclamación de palabras obscenas o comentarios socialmente inapropiados. El cannabis puede ayudar con diferentes síntomas del síndrome de Tourette, como por ejemplo, reduciendo la ansiedad y la frecuencia de los tics.
Disminuye la frecuencia de los tics
Los investigadores alemanes realizaron varios estudios más sobre el cannabis y la reducción de los tics, y en todos se demostró que la mayoría de los pacientes experimentaban un alivio considerable después de consumir cannabis, y que muy pocos pacientes sufrían efectos secundarios. Se cree que el cannabis reduce los tics del ST actuando de una manera similar a como lo hace en otras enfermedades que producen distonía, como el párkinson.
Reduce los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es la enfermedad comórbida que se presenta con más frecuencia en los pacientes de ST. Los enfermos de ST que también tienen TOC presentan comportamientos compulsivos recurrentes, como contar y tocar las cosas de forma repetitiva y “ordenarlas de acuerdo a unas determinadas pautas rígidas”, y también pueden presentar una mayor agresividad en comparación con los enfermos que sólo padecen TOC.
La mayoría de los estudios realizados por los investigadores de Hanover, Alemania, observaron que los pacientes advertían una disminución de los síntomas obsesivo compulsivos, junto con una reducción de los tics con el consumo de cannabis medicinal.
Aumenta la eficacia de los fármacos convencionales para el ST.
Un estudio publicado en la revista Life Sciences en 1989, sugirió que ambos cannabinoides y la nicotina podrían “mejorar significativamente” la efectividad de los “neurolépticos” (antipsicóticos) en las enfermedades motoras, incluido el ST. Además, los dos únicos ensayos, controlados y aleatorios, que se han realizado sobre el cannabis y el ST comparan el uso de un cannabinoide como terapia única y como terapia adyuvante frente al placebo. Se determinó que el uso de ambos junto con otros medicamentos arrojaba los resultados más positivos. Sin embargo, el tamaño de las muestras de los dos estudios era pequeño, y es necesaria una mayor investigación para confirmar los resultados.
Curiosamente, ya desde 1988, se ha observado que el cannabis también es eficaz en individuos que no responden a los tratamientos convencionales para el ST en absoluto.
Contra el insomnio
Muchos pacientes que sufren de Tourette también sufren de trastornos del sueño. Aunque no ha habido ninguna investigación específica sobre el efecto de los cannabinoides en los trastornos del sueño en pacientes con ST, se dispone de muchísimas pruebas anecdóticas que sugieren que el cannabis puede tener un efecto positivo en este aspecto del ST también. Por ejemplo, se sabe que el ST causa el aumento de la latencia del sueño (retraso en el inicio del sueño), mientras que se ha demostrado ampliamente que el cannabis reduce la latencia del sueño y disminuye la dificultad para conciliar el sueño de muchas personas.
Ansiolítico
La ansiedad es una característica común en muchos enfermos de ST. Aunque la valiosa investigación llevada a cabo por Müller-Vahl et al (y de los demás equipos de investigación que han investigado el potencial del cannabis para tratar el ST), en general, reveló que el uso de cannabis no afectaba positivamente a los niveles de ansiedad, y en un estudio incluso aumentaba la incidencia de la ansiedad fóbica, ha habido abundantes informes anecdóticos por parte de enfermos de ST que experimentan una mejoría subjetiva de la ansiedad.
Reduce la agresividad
Otra característica común de ST es la agresividad y los arrebatos de furia, que son sobre todo frecuentes en los niños (afecta hasta un 25% de los niños con ST), pero también están presentes en una importante minoría de los adultos. Estos estallidos típicamente se manifiestan como muestras impredecibles de agresividad que resultan, en gran medida, desproporcionadas a la provocación percibida, y con frecuencia pueden presentar el riesgo de autolesiones o lesiones graves a otros.
Una vez más, el potencial del cannabis para el tratamiento de los síntomas de la agresividad en los pacientes con ST no se ha investigado oficialmente, pero hay pruebas anecdóticas sustanciales, aportadas por enfermos de ST, de que el consumo de cannabis tiene un efecto positivo sobre la agresividad. Además de esto, muchas personas que padecen TDAH (un trastorno estrechamente relacionado, que suele ser comórbido con el ST) informan de un efecto subjetivamente positivo sobre la agresividad.